Cada proyecto que llega a mi vida se convierte en parte de mi familia y se incorpora con cuidado a mi manera de entender la memoria que dejamos en nuestra comunidad. En Ts’akin, Chef Michu me dio la libertad de crear a partir de un plan inicial que cambió con el conocimiento del sitio, la interacción con el entorno, las condiciones climáticas y el trabajo artesanal de la región. De esa forma, el proyecto nació del saber ancestral, de los materiales locales y del respeto a la geografía, la cultura y la selva yucateca, que nos permitió integrarnos con cuidado a su majestuosidad. El proceso buscó no solo construir, sino también retribuir al lugar lo recibido, logrando un espacio en armonía. Finalmente, agradezco haber podido impregnar mi personalidad en cada detalle y dejar en cada piedra el compromiso que guía mi oficio con dedicación y gratitud.